- Yo los oí cantar. Los oí las dos noches (13 y 15 agosto 1936). Los Misioneros fueron los únicos que cantaban al ir a ser fusilados. Cantaban muy fuerte. Los veíamos y los oíamos desde una rendija de nuestro balcón.
- Estoy impresionado por la serenidad con que los Misioneros iban a la muerte. Tanto me han conmovido que no he tenido valor para presenciar la escena y me he vuelto.
- Los mártires imitaban al Divino Maestro y decían: "Adiós, hermanos, Pediremos a Dios por vosotros. Adiós. En la eternidad nos veremos".
jueves, 29 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario