miércoles, 8 de agosto de 2007

TESTAMENTO DE LOS MARTIRES CLARETIANOS DE BARBASTRO


Querida Congregación. Anteayer, día 11, murieron, con la generosidad con que mueren los mártires, 6 de nuestros hermanos; hoy, 13, han alcanzado la palma de la victoria 20, y mañana, 14, esperamos morir los 21 restantes. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Y qué nobles y heroicos se están mostrando tus hijos, Congregación querida!. Pasamos el día animándonos para el martirio y rezando por nuestros enemigos y por nuestro querido Instituto. Cuando llega el momento de designar las víctimas hay en todos serenidad santa y ansia de oir el nombre para adelantarse y ponerse en las filas de los los elegidos; esperamos el momento con generosa impaciencia, y cuando ha llegado, hemos visto a unos besar los cordeles con que les ataban, y a otros dirigir palabras de perdón a la turba armada; cuando van en el camión hacia el cementerio, les oímos gritar ¡Viva Cristo Rey! El populacho responde ¡Muera! ¡Muera! Pero nada los intimida. ¡SON TUS HIJOS, CONGREGACIÓN QUERIDA, estos que entre pistolas y fusiles se atreven a gritar serenos cuando van a la muerte VIVA CRISTO REY! Mañana iremos los restantes y ya tenemos la consigna de aclamar, aunque suenen los disparos, al Corazón de nuestra Madre, a Cristo Rey, a la Iglesia Católica y a Ti, MADRE COMÚN DE TODOS NOSOTROS. ellos responderán. Yo Me dicen mis compañeros que yo inicie los vivas y que gritaré con toda la fuerza de mis pulmones, y en nuestros clamores entusiastas adivina tú, Congregación querida, el amor que te tenemos, pues te llevamos en nuestros recuerdos hasta estas regiones de dolor y muerte. Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora, sino sangre que entrando roja y viva por tus venas, estimule su desarrollo y expansión por todo el mundo. ¡Adiós, querida Congregación! Tus hijos, mártires de Barbastro, te saludan desde la prisión y te ofrecen sus dolorosas angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo. Los mártires de mañana, 14, recuerdan que mueren en vísperas de la Asunción; ¡y qué recuerdan que mueren en vísperas de la Asunción; ¡y qué recuerdo éste! Morimos por llevar la sotana y morimos precisamente en el mismo día en que nos la impusieron. Los mártires de Barbastro, y en nombre de todos, el último y el más indigno, Faustino Pérez, cmf. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva el Corazón de María! ¡Viva la Congregación! Adiós, querido Instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós! ¡Adiós!».

Testament dels Màrtirs Claretians de Barbastre

Estimada Congregació: Abans d'ahir, dia onze, van morir, amb la generositat amb què moren els màrtirs, sis dels nostres germans; avui, dia tretze, han assolit la palma de la victòria vint més, i demà, dia catorze, esperem morir els altres vint-i-un que quedem. Glòria a Déu! I que nobles i herois es comporten els teus fill, Congregació estimada!
Passem el dia animant-nos per al martiri i resant pels nostres enemics i pel nostre estimat Institut. Quan arriba el moment de designar les víctimes, hi ha en tots serenitat santa i ànsia de sentir el nom per avançar i posar-nos a les files dels elegits; esperem el moment ambmgenerosa impaciència, i quan ha arribat, hem vist com uns besaven els cordills amb què lligaven, i com uns altres dirigien paraules de perdó a la turba armada; quan van en el camió cap al cementiri, els sentim cridar: Visca Crist Rei! Respon el populatxo enfurismat: "Mori, mori", però res no els espanta.
Són els teus fills, Congregació estimada, aquests que entre pistoles y fusells gosen cridar serens quan van cap al cementiri: "Visca Crist Rei!". Demà hi anirem els restants i ja tenim la consigna d'aclamar, encara que sonin els trets, el Cor de la nostra Mare, Crist Rei, l'Església Catòlica i a tu, mare comuna de tots nosaltres. Em diuen el companys que jo enceti el "visques", i que ells ja respondran. Jo cridaré amb tota la forá dels meus pilmons, i en el nostres clams entusiantes endevina-hi tu, Congregació estimada, l'amor que et tenim, ja que et portem en el nostre record fins en aquestes regions del dolor i de la mort.
Morim tots contents sense que ningú no senti cap desmai ni melangia, morim tots pregant Déu que la sang que ragi de les nostres ferides no sigui sang venjadora, sinò snag que, entrant vermella i viva per les teves venes, estimuli el teu desenvolupament i expansió per tot el món. Adéu, estimada Congregació! Els teus fills, màrtirs de Barbastre, et saluden des de la presó i t'ofereixen els seus dolors i angoixes en holocaust expiatori per les nostres deficiències i en testimoni del nostre ammor fidel, generós i perpetu. Els màrtirs de demà, catorze, recorden que moren la vigília de la festa de l'Assumpció. I quin record, aquest! Morim per portar la sotana i morirem precisament el mateix dia que ens la van imposar.
Els màrtirs de Barbastre, i en nom de tots ells, l'últim i el més indigne, Faustino Pérez, cmf.
Visca Crsit Rei! Visca el Cor de Maria! Visca la Congregació. Adéu, estimat Institut. Anem al cel a pregar per tu. Adéu, adéu!

HIMNE als Beats Màrtirs Claretians de Barbastre

Màrtirs de l'Església màrtir,
Màrtirs que a Barbastre moríreu estimant-la.
La sang vostra és viva entre nosaltres
i és sang de perdó,
i és sang de perdó i d'esperança.
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Joventut claretiana i enardida,
de la vostra passió fem la memòria;
sou l'heretat de la nostra família
que en vosaltres frueix ja de la glòria.
.
No teméreu la mort que us esperava
i cantant caminàveu al suplici;
afrontàreu les bales del camí
que us portava, innocents al sacrifici.
.
Del botxí i de la mort més ominosa
vàreu fer-ne d'amor la vostra causa;
us calia morir perquè en l'Església
vessar la asang és una eterna Pasqua.
.
La ciiutat de Barbastre s'admirà
d'aquell vostre exemplar i ferm coratge;
la fosca nit s'esdevingué ple dia
a la llum d'aquell testimoniatge.
.
Maternal Cor de la Verge Maria,
Vos vetllàreu dels vostres fills la mort;
com Vos al cel, després d'un curt viatge
entraren en la glòria del Senyor.
.
Animosos els màrtirs ens emmenen
de Jesucrist al Reg de la pau
i ens diuen que és possible de morir
per "una bandera i un ideal".

OPINIÓ

«Un célibe puede enamorarse»
RD
Martes, 7 de agosto 2007
Esta mujer se explica con un rigor sonriente y pausado, que acompaña con un leve aleteo de las manos a la altura de su tocado de monja de la regla de san Benito. Teresa Forcades (Barcelona, 1966) es doctora en Medicina por la Universitat de Barcelona, estudió Teología en Harvard, to- mó órdenes en el monasterio de Sant Benet, a media ascensión de Montserrat, y ha escrito tres libros: Els crims de les grans companyies farmacèutiques, La Trinitat avui y La teologia feminista en la història. Sentada en una butaca de una austeridad rectilínea, se extiende en detalles de una precisión milimétrica porque cree que "resumir es peligroso". La entrevista Albert Garrido en El Periódico.
--¿Cómo se da el salto de una ciencia empírica como la medicina a una disciplina como la teología?
--Que llame a la medicina "ciencia empírica" es muy interesante y sintomático. En el siglo XX, con los antibióticos, la medicina descubre una capacidad científica que antes no tenía. Hasta entonces, la medicina es una ciencia de la palabra. Mi abuelo era médico y lo que se le pedía era capacidad de escuchar, de lo que hoy llamamos empatía, y de responder a la demanda emocional del paciente. De modo que creo que hay un salto muy directo: el sufrimiento del enfermo, que plantea muchas preguntas. Es una experiencia humana muy directa, de la que me beneficio al hacer teología.
--En todo caso, ¿la teología no es una terapia?
--No lo es, pero consiste en hacerse preguntas sobre lo que llamamos la realidad última. Y estas preguntas, cuando pasas por una una situación límite, acostumbran a hacerse presentes de una forma casi inevitable.
--Resulta aún más difícil unir teología y feminismo dentro de una Iglesia dirigida por hombres.
--Es una situación que no resulta fácil, pero no me gustaría dar la impresión de que existe una alternativa fácil: vivir en el contexto de la Iglesia. Lo que resulta más interesante de los estudios que hago en un sentido feminista es ver los paralelismos existentes entre una sociedad que no es confesional, y tampoco oficialmente machista, y las dificultades para que se dé una igualdad real. Para mí, la pregunta más atractiva no es por qué subsiste la desigualdad en una institución conservadora por historia como la Iglesia, sino por qué se mantiene en una estructura social sin impedimentos para lograr la igualdad.
--¿La teología feminista se produce por oposición a la machista?
--Es una teología que nace de la contradicción. Se define como una teología crítica, y eso significa que hay algo que no cuadra. Pero no es una teología paralela, aunque pone de relieve la contradicción entre lo que se predica y en la práctica sucede.
--¿Cómo recibe la jerarquía eclesiástica a una monja que es teóloga y es feminista?
--Una experiencia personal no la tengo, pero, en términos generales, con suspicacia y un poco a la defensiva. Eso es con lo que topan los grupos de teólogas feministas: existe una cierta incomodidad, algo propio, por otra parte, de cualquier pensamiento que se llama crítico.
--¿La jerarquía eclesiástica le ha llamado la atención alguna vez?
--No.
--Y ¿dónde queda el celibato?
--En la regla de san Benito, vivir como monja implica vivir en comunidad, y eso excluye el vínculo exclusivo con una persona con la que tienes un compromiso directo. Esa opción comunitaria es la que creo que da valor a la opción por el celibato.
--Eso suena a renunciar a una experiencia completa de la vida.
--Eso sería así si el celibato supusiera la ausencia de la sexualidad. Pero no debemos hablar de amputación o represión de la sexualidad, sino de experimentarla en un contexto que no es el de la vida de pareja. Lo cual significa que una persona célibe puede enamorarse. Y eso, ¿qué supone? Lo mismo que para todo el mundo: que se produce una convulsión interior y que se abren una serie de posibilidades para profundizar en la subjetividad personal. Esta relación puede ser humanamente más interesante que la que se produce en un contexto habitual.
--Admito que estoy sorprendido.
--Por el hecho de ser monja, me he encontrado que en mi relación con los hombres, al no existir el juego habitual de la seducción, se abren posibilidades de interactuar fuera de los roles habituales. Eso a mí me resulta muy interesante.
--Si eso que me cuenta se lo dijera al Papa, ¿cómo reaccionaría?
--Hombre, para mí fue significativo que hace 16 años el Papa propusiera a Ingrid Stampa, profesora en Hamburgo de viola de gamba con la que mantenía una buena relación, ser su ayudante cuando murió su hermana, con quien estaba acostumbrado a vivir. Ella tenía 39 años y aceptó. El Papa habla en su encíclica Dios es amor de la complementariedad hombre-mujer, una dicotomía con la que no estoy de acuerdo desde una perspectiva feminista, pero él cree que las mujeres tienen una misión diferente que cumplir, un papel de apoyo al varón. Ya ve.